Tomás Sarquis, un artista de 30 años nacido y criado en Buenos Aires, ha encontrado en sus calles y en la cultura porteña su principal fuente de inspiración. Desde muy temprana edad absorbió las influencias del tango y de la vida urbana, que ahora se reflejan en sus obras.
En el 2023 Sarquis dejó su huella en las calles de Buenos Aires al pintar un auto, convirtiéndolo en una pieza de arte urbano accesible para todos los habitantes. Esta iniciativa no solo embelleció el entorno sino que también democratizó el arte.
Criado en un barrio tanguero, Sarquis ha canalizado sus experiencias y vivencias en sus obras, fusionando el estilo urbano con la nostalgia del tango. Sus personajes, descritos como “malevos del siglo XXI”, capturan la esencia de la vida en Buenos Aires, reflejando la pasión, el ingenio y la intriga que caracteriza a la ciudad.
Su compromiso con la democratización del arte lo ha llevado a ofrecer sus obras de manera abierta y accesible para todos, sorprendiendo a los transeúntes con sus creativas y vibrantes obras con las que busca romper las tradicionales barreras con el público. Sus trabajos son más que simples representaciones visuales; son ventanas a la sociedad porteña.
“Mi objetivo es capturar la esencia de Buenos Aires en cada obra. Quiero mostrar su alma, su diversidad, su autenticidad. A veces, eso implica enfrentar las realidades menos glamorosas pero siempre con el objetivo de mostrar la vitalidad de esta ciudad”, asegura Sarquis.
Inmerso en el torbellino de la vida citadina, este artista encuentra inspiración en cada rincón, en cada interacción y en cada experiencia que ofrece Buenos Aires. Para él, la ciudad es una fuente inagotable de creatividad, donde los encuentros y desencuentros se entrelazan para dar forma a su visión personal del entorno.