Tras más de 20 años gestionando la reconocida estancia, la empresa concesionaria anunció su salida y va camino a la quiebra.
Sin dudas, La Alameda fue y es una de las referencias turísticas más importantes de Chascomús, desde que fue adquirida por el Municipio en 1984.
Los últimos 20 años fue gestionada por “ESTANCIA LA ALAMEDA S.A.”, firma a cargo de la familia Cánepa, históricos vecinos de Chascomús, quienes impulsaron la hotelería boutique, la gastronomía, los eventos y otras actividades en el predio: desde rodaje de películas, pasando por casamientos y reuniones corporativas, hasta ferias de artesanos locales. Con ello atraían no solo el turismo nacional, sino que se hizo habitual ver llegar contingentes extranjeros a la estancia, quienes luego disfrutaban de la ciudad.
La concesión iniciada en 2003 vencía el 30 de junio de este año, pero podía extenderse por periodos de 6 años a pedido de la empresa. La empresa lo solicitó al Intendente el 1° de diciembre de 2022 (con 7 meses de antelación), pero no tuvo respuesta en tiempo y forma, y el expediente nunca se aprobó.
Por ello, transcurrido casi un año del pedido, la empresa acaba de anunciar la devolución del predio concesionado, lo que -según pudimos confirmar- le notificó formalmente al Ejecutivo y al Concejo Deliberante el día 16 de este mes.
Fuentes cercanas a la dirección de La Alameda confirmaron la salida, y argumentan que les fue imposible mantener la actividad con tanto tiempo de incertidumbre. Sin certeza de quedarse en el lugar, no pudieron hacer inversiones, contratar empleados, realizar obras para el verano, asumir compromisos comerciales, cobrar reservas ni organizar eventos para sostener los gastos de la estancia y pagar sus obligaciones.
Luego del brutal impacto de la pandemia, la empresa se había habituado a tomar préstamos anualmente para recuperarse de esos dos años de parate, y los iba pagando con el obtenido de la temporada de verano. Sin embargo, pudimos corroborar ahora que la intachable conducta de pago de la empresa se alteró hace 6 meses, y la deuda crece.
El panorama se agrava ahora, pues la empresa pierde su única actividad, así como sus ingresos habituales y especialmente los generados por la temporada estival. Tan es así que, aunque la familia no lo quiso confirmar, este medio pudo chequear que ya se han contactado con un estudio contable local y con abogados especialistas de la Capital Federal, solicitando a ambos lo mismo: iniciar el Concurso Preventivo.
Funcionarios del Ejecutivo comunal, confirmaron la salida de la empresa pero no dieron información sobre el próximo concesionario.
Triste final para una gran protagonista de la ciudad y de la provincia. Se abre ahora una nueva etapa de incertidumbre sobre quién se hará cargo de una estancia tan querida por los chascomusenses y tan importante para la economía de esa localidad.