EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR: EL CAMINO AL AUTOBOICOT Y LA FRUSTRACIÓN

(Por Verónica Dobronich, co fundadora de Gimnasio de emociones) – El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que afecta a personas de todos los ámbitos de la vida, desde estudiantes hasta profesionales altamente exitosos. A pesar de sus logros, aquellos que experimentan este síndrome sienten que no merecen su éxito y temen ser “expuestos” como un fraude. Esta sensación de inadecuación persiste incluso cuando existen pruebas claras de su competencia.

¿Qué es el Síndrome del Impostor?

El síndrome del impostor se caracteriza por la incapacidad de internalizar los logros y el miedo constante de ser descubierto como un fraude. Quienes lo padecen atribuyen su éxito a factores externos como la suerte, el esfuerzo excesivo o la ayuda de otros, en lugar de reconocer su propio talento o habilidad. Este síndrome no es un diagnóstico clínico, pero puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar de una persona.

Cómo nos impacta

·       Autoestima baja: Las personas con el síndrome del impostor suelen tener una baja autoestima y subestimarse constantemente. No se reconocen como merecedores de sus logros y, como resultado, se sienten inferiores a los demás.

·       Perfeccionismo: Muchos se esfuerzan en exceso, buscando la perfección en un intento de evitar ser “descubiertos”. Esto puede llevar a niveles altos de estrés, agotamiento y, en casos extremos, al síndrome de burnout.

·       Ansiedad y estrés: El miedo constante a ser expuestos como un fraude genera una ansiedad considerable y contribuye al estrés, afectando negativamente el bienestar emocional y mental.

·       Procrastinación o sobreesfuerzo: Algunas personas procrastinan por miedo a no cumplir con las expectativas, mientras que otras se sobreexigen para demostrar su valía, lo que puede afectar su rendimiento y su salud.

·       Relaciones interpersonales: El síndrome del impostor también puede dificultar las relaciones, ya que la persona puede evitar pedir ayuda o compartir sus éxitos por miedo al juicio de los demás.

·       Freno al desarrollo profesional: Al no reconocer sus capacidades, las personas pueden evitar tomar nuevas oportunidades o enfrentar desafíos, limitando su crecimiento profesional y personal.

Estadísticas del Síndrome del Impostor

El síndrome del impostor es un fenómeno ampliamente experimentado, y las estadísticas lo confirman:

·       Prevalencia general: Según la American Psychological Association (APA), entre el 70% y 80% de las personas experimentarán el síndrome del impostor en algún momento de su vida. Este fenómeno es sorprendentemente común, afectando a personas de diversas edades y niveles de experiencia.

·       Género: Las mujeres, especialmente en entornos laborales dominados por hombres, tienden a reportar este síndrome con más frecuencia. Un estudio publicado en la Journal of Behavioral Science reveló que el 75% de las mujeres en posiciones de liderazgo han experimentado el síndrome del impostor.

Sin embargo, los hombres también pueden ser víctimas de este síndrome, aunque pueden ser menos propensos a admitirlo debido a las expectativas sociales sobre la masculinidad.

·       Profesionales y estudiantes: En el ámbito académico, un estudio de 2019 en el International Journal of Behavioral Science encontró que el 58% de los estudiantes universitarios en Estados Unidos sentían el síndrome del impostor.

·       En el ámbito profesional, una encuesta de 2020 de la empresa KPMG reveló que el 75% de las mujeres ejecutivas habían experimentado el síndrome del impostor en algún momento de su carrera, subrayando la prevalencia de este fenómeno en entornos corporativos de alto nivel.

Impacto en la salud mental:

Un estudio en el Journal of General Internal Medicine mostró que los médicos que experimentan el síndrome del impostor tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir agotamiento (burnout), ansiedad y depresión. Este dato es especialmente preocupante en profesiones de alta exigencia donde la salud mental es crucial para el rendimiento.

Diversidad e inclusión:

Las personas de grupos minoritarios también son más propensas a experimentar el síndrome del impostor. Por ejemplo, un estudio de la National Institutes of Health (NIH) indicó que el 64% de los estudiantes de minorías raciales y étnicas en programas de posgrado sienten que no pertenecen, lo cual refleja el impacto del síndrome del impostor en su bienestar y desempeño académico.

El síndrome del impostor es un desafío psicológico común que puede tener efectos significativos en la autoestima, la salud mental y el desarrollo profesional. Reconocer este síndrome es el primer paso para superarlo. Es importante que quienes lo experimentan aprendan a reconocer y celebrar sus logros, busquen apoyo cuando lo necesiten, y trabajen para desafiar los pensamientos negativos que perpetúan este ciclo de auto-duda. Con las herramientas adecuadas, es posible avanzar con mayor confianza y alcanzar el pleno potencial personal y profesional.

Para quienes les interese conocer del tema, el 5 de Octubre, se llevará a cabo un taller online: “Superando el síndrome del impostor”