La Agrupación Empresaria Estacioneros Autoconvocados, un movimiento que surgió en respuesta a las adversidades económicas que asolaron el país hace más de seis años, ha alzado su voz en un momento crítico. Anticipándose a los desafíos que se avecinaban, esta asociación de empresarios del sector de gasto de combustibles obtendría con preocupación el deterioro de la moneda local y las inversiones que se desmoronaban en su camino hacia la rentabilidad en moneda fuerte.
Este grupo de emprendedores, que depende de la venta de combustibles para su subsistencia y cuyos márgenes de ganancia son ajustados, ha experimentado una caída preocupante en su rentabilidad. La situación ha llegado al punto en el que han tenido que recurrir a sus ahorros personales y utilizar su capital de trabajo, representado por las existencias de combustibles. Además, se encuentran endeudados tanto en el ámbito bancario como en el impositivo, con un futuro que se tornará cada vez más incierto.
Los Estacioneros Autoconvocados han intentado establecer contacto con las autoridades a nivel municipal, provincial y nacional, así como con las compañías petroleras, en un esfuerzo por encontrar soluciones a su situación. Sin embargo, han experimentado una falta de respuesta, lo que ha llevado a la frustración y el reclamo de la renuncia de ciertos funcionarios a nivel nacional.
Los Estacioneros Autoconvocados han sido proactivos en la identificación de problemas y la anticipación de las dificultades que enfrenta la industria de los combustibles en la actualidad. La falta de combustibles en sectores clave como el agro, el transporte y la industria ha destacado la realidad desafiante que enfrentan las estaciones de servicio en general, y en particular, las estaciones blancas.
Los estacioneros desean enfatizar que el desabastecimiento no es responsabilidad suya, a pesar de haber advertido sobre esta situación con antelación. No acumulan combustibles ni especulan con los aumentos de precios. De hecho, el sector estacionero se encuentra tan o más afectado que los consumidores a quienes no pueden proveer.
En este contexto crítico, los Estacioneros Autoconvocados instalan a la formación de una Mesa de Diálogo que reúne a representantes del Gobierno, las empresas petroleras, las destiladoras, los distribuidores, los transportistas, las estaciones de servicio, los trabajadores del sector y los consumidores. Consideran que solo a través de un diálogo constructivo se pueden alcanzar los acuerdos necesarios para desarrollar políticas a largo plazo que ofrecerán soluciones definitivas a la industria de los combustibles, en lugar de soluciones temporales que carecen de previsibilidad.
Por esta razón, los propietarios y trabajadores de las estaciones de servicio expresan sus disculpas a los clientes y muestran su solidaridad con las dificultades que enfrentan, ya que son las mismas dificultades que afrontan en su lucha por un futuro sostenible en el sector de los combustibles. .
