OFTALMOLOGOS DENUNCIAN AUSENCIA DE LAS POLÍTICAS DE ESTADO CLARAS EN EL SISTEMA DE SALUD

La Cámara de Medicina Oftalmológica (CAMEOF) emitió un comunicado contundente, encabezado por su secretario general, Juan M. Ibarguren, en el que se destaca la crítica ausencia de políticas de estado claras en el sistema de salud argentino. Según el informe, esta falta de directrices ha generado un sistema fragmentado entre la seguridad social, las empresas de medicina prepaga y la salud pública, lo que resulta en una falta de unidad y armonía.

El comunicado subraya que el sistema de salud argentino está desintegrado, con subsistemas que conviven de manera solapada o superpuesta sin una coordinación eficiente. La preponderancia de intermediarios, tanto financieros como regulatorios, genera distorsiones significativas, impactando negativamente la prestación de servicios de salud.

Uno de los puntos críticos señalados es la falta de regulación y actualización del Programa Médico Obligatorio (PMO). Este programa, que debería ser un estándar mínimo de cobertura, es obligatorio solo para algunas entidades, como las empresas de medicina prepaga y las obras sociales, pero no se aplica de manera uniforme en todo el sistema. La sobredimensión de las coberturas, generalmente impulsada por lobbies y demagogia política, no se basa en la calidad de las prestaciones médicas ni en metas sanitarias, lo que profundiza la crisis del sistema.

El informe de CAMEOF también ofrece una visión comparativa con otros sistemas de salud, como el suizo y el austríaco. En Suiza, un sistema totalmente privatizado con seguro obligatorio garantiza a los asegurados una cobertura básica uniforme, con primas ajustadas según el lugar de residencia, edad y franquicia anual elegida. Austria, por otro lado, cuenta con un sistema mayoritariamente público con posibilidad de asistencia privada. Ambos sistemas, considerados entre los más eficaces del mundo, están enfrentando debates sobre el financiamiento debido al incremento de los costos en medicina.

En la vecina Uruguay, el sistema de atención de la salud dual, compuesto por subsistemas público y privado, también enfrenta desafíos similares. La afiliación compulsiva a las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva (IAMC) y los costos variables de “Tiques de Copago” para obtener atención destacan las complejidades de financiar un sistema de salud eficiente.

La situación en Argentina, sin embargo, es aún más preocupante. El sistema de salud se asemeja a un “agujero negro”, donde cantidades significativas de recursos no llegan a destino, llevando a prestadores de salud a un colapso financiero. La delegación sin control efectivo de la salud a las obras sociales sindicales es un problema singular que no tiene precedentes en otros países. Además, las empresas de medicina prepaga dominan el mercado, sometiendo a pacientes y prestadores a condiciones a menudo leoninas, mientras que el sistema público está destruido a pesar del esfuerzo de los profesionales de la salud.

Para abordar estos problemas, CAMEOF sugiere integrar una serie de puntos en la agenda nacional:

Debate Profundo y Cobertura Universal Básica: Promover una cobertura efectiva, no meramente discursiva, que garantice el acceso a servicios esenciales.

Sistema Mixto Público-Privado: Combinar la responsabilidad del estado con un sector privado innovador, desarrollándose en libertad.

Actualización del PMO: Definir y actualizar la cobertura básica obligatoria para todos los actores del sistema, ajustándola a la realidad y garantizando la cobertura universal.

Financiamiento de Prestaciones Complementarias: Evaluar nuevas tecnologías y permitir la opción de tratamientos particulares con financiamiento individual.

Rol de los Intermediarios: Debatir el alcance y responsabilidad de los intermediarios en la cadena de valor de la salud, asegurando pagos justos y oportunos a los prestadores.

CAMEOF concluye que es esencial un cambio cultural y un sinceramiento técnico en la discusión sobre el sistema de salud argentino. La creación de derechos debe ir acompañada de la asunción de obligaciones, asegurando que los recursos se utilicen de manera eficiente y sostenible para garantizar la calidad de vida de las futuras generaciones.