Todos disfrutamos de la mesa navideña y de los productos que nos brinda el campo transformados en deliciosas comidas y bebidas. Pero ¿hay más campo en esta celebración?
En la decoración de la mesa y de los espacios
Para Navidad decoramos nuestra casa y, especialmente, la mesa en la que se reunirá la familia. Un lugar destacado lo ocupa el árbol con sus adornos, acompañado por las ramas de pino con velas y cintas rojas en el centro de la mesa y varias macetas con la planta “estrella federal”.
La tradición del árbol proviene de la cultura celta, donde a los robles se les colgaban frutas y velas para pedir el retorno del sol y la vegetación luego del periodo invernal. En las navidades cristianas, los robles del bosque se reemplazaron por pinos y abetos que pudieran ponerse dentro de los hogares y las frutas y velas por bolas, adornos y luces.
Si decidimos usar árboles de navidad naturales, por supuesto que el campo pone mucha innovación para producirlos; pero también está presente en la cera de las velas, telas y cintas y papeles y cartones para confeccionar los adornos.
Para obtener velas biodegradables se utiliza aceite de soja, al cual se hidrogena para hacerlo sólido a temperatura ambiente y así surge la cera de soja. Las telas de algodón se transforman en manteles y cintas, como la típica cinta “espiga”, y los bosques forestales en papel y cartón.
Otro elemento típico de la decoración navideña son las plantas “estrella federal” que inundan viveros y hogares cada fin de año. Su atractivo para la decoración navideña no son sus pequeñas flores, sino las hojas de color rojo intenso que están debajo de las flores y que tienen la función de protegerlas.
¿Sabías que…?
• El nombre estrella federal deriva de la divisa rojo punzó que usaban los partidarios de Juan Manuel de Rosas
• Puede cultivarse en exterior y formar un arbusto o en interior como ornamental de maceta
• Hay plantas con brácteas rojas pero este color puede variar al rosa, blanco, amarillo o alguna combinación de ellos
En la carta a Papá Noel y los regalos
Los más chicos disfrutan escribiendo la “cartita a Papá Noel” con sus deseos y en ella suele haber muchos dibujos. Para que los más pequeños de la familia puedan dibujar y pedir sus regalos, el campo aportó el papel y soja y maíz para fabricar los crayones.
A la hora de abrirlos, ya desde el papel del envoltorio está presente el campo. Ni hablar del cartón de las cajas, los derivados del maíz para fabricar pegamento para las etiquetas y la madera y bioplásticos (generalmente derivados de la caña de azúcar) para la confección de juguetes. Si no hubo mucha suerte y en lugar de juguetes el regalo fue ropa, seguramente más de una prenda estará confeccionada con algodón.
En la alegría del encuentro
Navidad es época de encuentro, de reunión de familia y amigos. Para facilitar los viajes, el campo aporta autopartes realizadas de bioplástico (pedaleras, manijas de las puertas, tablero), cerámica hecha de almidón de maíz para las bujías, aceite de soja para la pintura y biocombustibles (bioetanol y biodiesel) para automóviles y aviones (derivados de carinata).
También dice presente en los fuegos artificiales, donde las dextrinas derivadas del maíz nos hacen “más visibles” las formas que dibujan en el cielo y en los fósforos que usamos para encenderlos.
Este año Papá Noel ¿bajará por la chimenea o entrará por la ventana? No lo sabemos, pero por las dudas en el yeso de las paredes usamos derivados del maíz para que no se forme moho y así cuidar su salud para que pueda visitar todos los hogares del mundo.
¡Feliz AgroNavidad!
“AgroCultura: el campo en tu vida” nos invita a sumergirnos en el mundo del campo argentino a través de la web www.elcampoentuvida.com.ar, para conocer más de cerca a quienes trabajan en él y cómo lo hacen.
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