El Sindicato Gran Buenos de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS), que conduce José Luis Lingeri junto a su Comisión Directiva, realizó una asamblea de cuerpo general de delegados, con motivo de los recientes despidos realizados en AySA, en la que concurrieron 300 compañeros en representación de los diferentes sectores de la empresa.
El Secretario General manifestó que “desde la asunción de las nuevas autoridades, el sindicato ha presentado un plan integral para equilibrar la empresa y proteger los empleos. Este plan, que aborda diversos aspectos económicos, financieros, operativos y estructurales, aún no ha recibido respuesta por parte del gobierno”.
Ante la falta de respuesta hasta la fecha y frente a la acción intempestiva de despidos y acciones intimidatorias a los compañeros y compañeras, durante la asamblea el gremio llamó a un paro por 24 hs. a realizarse el día lunes 11 de marzo, dejando en funcionamiento sólo las guardias mínimas.
Este recorte de personal parte de la idea de que las gestiones pasadas han incrementado el personal innecesariamente. En este punto, Lingeri explicó que desde el 2006 se ha mantenido una dotación estable hasta el 2017 que, con motivo de la incorporación de 9 partidos del conurbano que dependían de ABSA y que se encontraban con servicios obsoletos, se sumaron más de 1.000 personas a la planta permanente de la empresa.
Esta incorporación impuesta por el entonces gobierno, expandió el radio de acción a 3.300 km² totales sumando a 3.400.000 habitantes a la prestación de los servicios “sin incremento alguno del presupuesto”, enfatizó el dirigente.
Ademàs, los aumentos autorizados en la tarifa de luz (considerando que AySA es la mayor consumidora de energía eléctrica en el AMBA y quinta a nivel nacional) impactan fuertemente en los costos de la empresa, sobre todo, teniendo en cuenta que la tarifa de los servicios de agua y cloaca se mantiene congelada.
En este sentido, es importante destacar que el gobierno desde diciembre a la fecha no ha realizado ninguna transferencia del Tesoro para cubrir gastos operativos, frenando todas las obras que estaban en marcha. Este accionar ocasionó la desvinculación de más de 2.000 trabajadores de cooperativas que se encontraban bajo los programas Agua y Cloaca + Trabajo que eran financiados por organismos internacionales de crédito para dar los servicios a barrios vulnerables.
“Esto es asfixiar a la empresa”, aseveró Lingeri y agrega: “no les doy tarifa, no les giro plata y tenemos que pagar los compromiso de los aumentos que se están generando”.
La política es clara, plantea el Secretario General: “destruir la columna vertebral que fue históricamente el movimiento obrero, ir por los sindicatos, las obras sociales, con medidas de ajuste. Y es muy difícil manejarse cuando el presidente dice que ante el conflicto va a contestar con conflicto, esto quiere decir que no hay voluntad alguna de diálogo”.
Finalmente, sostuvo que este gobierno busca poner a la dirigencia sindical contra la gente, “cuando un gremio pelea por los salarios y hace una medida de fuerza que termina afectando a la población quieren corren el conflicto enfrentando a trabajadores contra trabajadores”.
Por eso mismo, ante el llamado de paro, concluye “tenemos que estar más unidos y solidarios que nunca, porque acá nos están tocando a todos”.