LA JUSTICIA, GARANTE FINAL DE LA DEMOCRACIA (POR MANUEL AGUIRRE, DIPUTADO NACIONAL POR CORRIENTES)

Hace poco conmemoramos los 40 años del retorno a la democracia en Argentina, tras las elecciones que consagraron al Dr. Raúl Alfonsín como presidente, quien nos dejó una valiosa lección sobre la importancia de la independencia del Poder Judicial y la composición de una Suprema Corte de Justicia imparcial.

Durante los gobiernos iniciados en 2003 por los presidentes Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Alberto Fernández, la Suprema Corte de Justicia actuó como un contrapeso frente a arbitrariedades y abusos de poder.

Es por ello que, en repetidas ocasiones, se intentó reformar el sistema judicial, incluso logrando la aprobación de una ley que posteriormente fue declarada inconstitucional.

Ahora, se ha adoptado una nueva estrategia, inventando un juicio político contra los miembros de la Corte con acusaciones tan débiles que incluso el propio candidato a presidente del oficialismo afirmó desconocer.

Si las acusaciones fueran reales y concretas, todos estaríamos al tanto de ellas. Esto evidencia la falta de fundamentos en el procedimiento.

El triste ejemplo de Venezuela nos muestra cómo la decadencia de un país puede comenzar con la manipulación del sistema judicial.

Recordemos la imagen grotesca e inquietante de más de 20 miembros de la Suprema Corte de Justicia aplaudiendo la entrada de Hugo Chávez en la Asamblea.

¿Cómo se debieron sentir los ciudadanos ante esa demostración de poder absoluto? ¿A quién podían recurrir en busca de justicia? El drama venezolano lleva más de 25 años y aún continúa.

Es fundamental recordar que el Poder Judicial, encabezado por la Suprema Corte de Justicia, es la última garantía que tiene cada ciudadano en cuanto a su seguridad personal, sus bienes y su futuro. Un sistema judicial fuerte puede resistir actitudes autoritarias por parte de los presidentes o leyes promulgadas por un poder legislativo adicto, ya que cualquier acto o ley contraria a la justicia puede ser anulada por una sentencia cuyo cumplimiento es obligatorio.

La Unión Cívica Radical se compromete a proteger esta democracia, defendiendo la independencia del Poder Judicial como garantía de la República. Estaremos vigilantes ante cualquier intento de colonización por parte del poder ejecutivo, sin importar quién sea el próximo presidente.

La imparcialidad y la integridad del sistema judicial son pilares esenciales para preservar la República y asegurar que ningún poder se sobrepase en perjuicio de los derechos y la libertad de los ciudadanos.

La UCR se mantendrá firme en la defensa de la justicia y la separación de poderes, evitando así que la historia de otros países se repita en nuestra nación.