(Lic Pablo Rutigliano, Presidente & Fundador, Cámara Latinoamericana del Litio) -En el tejido complejo de la sociedad, la construcción del mundo encuentra su inicio en las sólidas bases y las dinámicas formaciones de precios. Este camino no solo permite la exploración de diversas formas, sino que también preserva la tangibilidad de proyectos intrínsecamente ligados a la capacidad innovadora en las matrices sociales. En la era de la digitalización, se busca no solo forjar, sino también redefinir el rumbo de los negocios, otorgando mayor visibilidad, flexibilidad y eficiencia.
En este escenario dinámico, donde la credibilidad de los proyectos demanda un respaldo claro, surge la necesidad de explorar la tokenización como vehículo para expandir y sustentar la economía en una nueva era, donde los recursos finitos encuentran su representación digital. Al sumergirnos en el entramado regulatorio de cada país y delinear políticas y matrices de regulación, la primera interrogante que se alza es si estamos preparados para que la población entienda no solo el concepto, sino también la complejidad y el potencial transformador de la tokenización. Además, se plantea la cuestión de si las leyes actuales requieren ajustes tanto directos como indirectos para adecuarse a la identificación precisa de los activos destinados a ser tokenizados.
Dentro de este debate, algunos colegas argumentan a favor de concentrar la regulación en la marca, mientras que sostengo la perspectiva de que la regulación debe aplicarse desde el origen. La funcionalidad al colateralizar el futuro de un activo a tokenizar es inherentemente diferente, y establecer las bases desde el principio es esencial. “Todo valor tokenizado requiere de un mapeo original para desplegar su función en la cadena de bloques y ejercer su impacto en la macroeconomía del país”.
El propósito intrínseco de la tokenización como herramienta tecnológica no se limita a una transformación superficial, sino que aspira a construir una red sustentable, competitiva, trazable y de profundo impacto en la economía. De este modo, se busca no solo sostener la cadena de valor, sino también impulsar el desarrollo de proyectos, donde las acciones interconectadas dictan el cumplimiento, siendo esenciales para que la herramienta financiera construya no solo formadores de precios, sino también una acumulación significativa de valor.
Cada fase que emprendamos para tokenizar adquiere sentido solo si empresas y usuarios comprenden que no se trata simplemente de un proceso técnico, sino de una elevación de estándares hacia un nivel superior. Se trata de comprometerse con la era de la digitalización económica, donde la tokenización no solo es una herramienta, sino un catalizador de cambio y evolución en el tejido mismo de la sociedad digital emergente.